Algunas reflexiones y propuestas

Algunas reflexiones sobre ser padres

¡Quiero que mi hijo tenga todo lo que yo no pude tener! Con este aspecto hay que ser muy cuidadoso, pues al facilitar a nuestros hijos prácticamente todos sus deseos, sin esfuerzo por su parte, evitamos que interioricen el aprendizaje del coste de las cosas, del valor del esfuerzo, de la satisfacción que produce el logro de las metas.

Preparar a un hijo para la vida no es satisfacer todas sus voluntades y todos sus caprichos. Existen tanto derechos como deberes.

Se hace necesario delimitar los roles. Un hijo no es un amigo. Un hijo no es un confidente. Los problemas de la pareja son de la pareja.

Algunos progenitores tiene la necesidad de ser “reparados emocionalmente”, por carencias afectivas durante su propia crianza, exigiéndoles a sus hijos la función de “reparadores”, una función para la que no están en absoluto preparados en el momento evolutivo en el que se encuentran.

Planificamos conscientemente como padres el desarrollo de nuestros vástagos, o mejor dicho, cómo nos gustaría a nosotros. Soñamos con el futuro ideal de nuestros hijos. Este tipo de procesos puede generar el enorme riesgo de que el adulto pueda “usurpar” a su propio hijo su proyecto existencial.

 

Algunas propuestas

 

Fomenta en tus hijos la aceptación y el conocimiento de sí mismos.

Potencia que acepten  sus aspectos positivos y negativos.

Permítele el derecho a equivocarse.

Evita juicios previos.

Decirles lo que nos gusta de ellos y no comparar.

No quitarle importancia a las cosas que le hace sentir mal.

Demostrarle nuestro cariño con palabras y acciones.

Comunicarnos con ellos de manera  concreta, precisa y breve, sin mezclar temas.

No descuidemos la comunicación no verbal.

Elegir el lugar y el momento adecuado para discutir los temas conflictivos. No le critiques en público.

Si una discusión genera un clima excesivamente tenso posponla, pero no indefinidamente, porque no es bueno acumular emociones negativas, cuando algo te parezca mal dilo.

No te agobies si algún día has metido la pata con tus hijos, no te sobre-exijas ni te culpes.

No pretendas crear relaciones de confianza y comunicación de un día para otro, requiere su tiempo.

Estimula que resuelvan sus propios problemas, no los soluciones por ellos.

Normas pocas y claras.

Plantea las normas en positivo. Haciendo énfasis en lo que pueden hacer.

Deja claras las consecuencias de su incumplimiento.

Escucha su opinión, aunque la última decisión la tienes tú.